El T-65 Ala-X
de Incom es un caza monoplaza de superioridad espacial. Es una nave
de altas prestaciones, tanto por su velocidad, por su potencia de fuego
como por los sistemas de computación de los que va equipado. Además,
también puede efectuar saltos hiperespaciales.
Dado que todo el equipo de diseño y producción se pasó al bando rebelde, sólo la Alianza Rebelde tiene y construye estos cazas actualmente. Aunque es un caza impresionante, sólo un experto piloto es capaz de sacar el máximo rendimiento a la aeronave. Por eso sólo los mejores pilotos rebeldes los pilotan.
Su principal peculiaridad, y de donde le viene el nombre, es la de tener alas de posición variable. Con las alas juntas entre sí dos a dos se favorece la navegación atmosférica, mientras que la famosa configuración en "X" le da al caza más cobertura de fuego en combate. En cuanto al armamento, lleva cuatro láseres delanteros, uno en cada ala. Además va equipado de dos lanzadores de torpedos de protones. Además de otros sistemas defensivos, va dotado de pantallas que el piloto puede balancear a voluntad.
Este impresionante caza posee además potentes equipos de comunicaciones, lo que le permiten operar con mucha efectividad a grandes distancias de su base. Pese a tener motores para viajar por el hiperespacio carece de computador de astrogración, que es el encargado de realizar los cálculos y de trazar las rutas necesarias para navegar por el peligroso hiperespacio. De realizar dichos cálculos se encarga un droide R2 que se aloja tras la cabina del piloto. Además, este droide supervisa también el estado general de la nave y avisa al piloto de cualquier problema que surga. En realidad, más que un monoplaza es un biplaza. Muchos pilotos rebeldes crean importantes lazos sentimentales con los droides que les acompañan en sus misiones.