El Nido del Guaraguao

               Una vez un Guaraguao levantó la vista al azul profundo del cielo, la hundió en el horizonte e inició su vuelo en busca de Libertad. Volando sintióse libre ...... y voló, voló hasta ya no poder más y, sin proponérselo, arribó a la Madre Patria.  

            ¡Cuánto añoraría su Borikén!, tierra de buenas hembras y hombres nobles, de noches perfumadas y sol ardiente, de altivas palmeras y arenas blancas, de cuatro y coquí, de ritmo hecho plena y hondo sentimiento a modo de décima campesina, de flamboyanes y Ron, ..... ¡su Ron!

               Pero, parafraseando una de las inmortales letras del Jibarito Rafael Hernández,"el tiempo pasó y el destino burló su terrible nostalgia, y no pudo volver al San Juan que amó, pedacito de Patria". Su cabello blanqueará y su vida se irá ............... pero no quisiera moris sin verte, ¡al fin LIBRE!, Puerto Rico del alma.