EL DICCIONARIO DE NUEVAS PALABRAS



Alguna vez, en medio de una conversación, os habréis encontrado con que sois incapaces de decir aquello que estáis pensando, y habéis tenido que soltar la frase "Es que no tengo palabras para describirlo". Pues a partir de hoy el frotar se va a acabar, porque la próxima vez que no exista la palabra que buscas...¡¡Te la inventas!!.
Si crees que eso no puede hacerse, es que todavía no le has echado un vistazo al Diccionario de Nuevas Palabras de Israel (que soy yo, mira tú por dónde). Otra cosa es que la Real Academia de la Lengua se pase estas palabras por el forro de los calzoncillos, pero, realmente, ¿quién piensa en la Real Academia cuando habla?.
De momento son pocas las palabras que yo me he inventado, así que si alguien quiere echarme una mano y mandarme palabras de su invención, que lo haga pulsando en estas letritas de colores. Las palabras que salgan en la página llevarán al lado de la definición el nombre de su autor o autora, para que luego pueda enseñárselo a sus amigos y decir: "Mira, mira, esta palabra me la he inventado yo".



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A

Artisupoto. Persona a la cual las películas gore le producen arcadas, pero que disimula este sentimiento de repulsa para no quedar mal delante de sus amigos.

B

Blemocata. Fina capa de mucosidad reseca que queda en el reverso de la mano cuando alguien, falto de pañuelo, utiliza esta parte de su anatomía para deshacerse de la agüilla que le cae de la nariz.

C

Cretofagar. Acción de comerse un alimento caducado y, cuando ya se está a media digestión, acordarse de mirar la fecha de caducidad del mismo.

CH

Chananjete. Individuo de bajo calibre moral que, cuando ve a un amigo intentando ligar, se introduce en la coversación y se dedica a desprestigiar a su amigo frente a la persona deseada, revelando datos comprometedores o contando anécdotas que lo ridiculizan.

G

Gisoccotar. Acción de emitir involuntariamente un eructo cuando se está besando con lengua a otra persona. Algunos lingüistas de la vieja escuela insisten en utilizar el término sólo en aquellos casos en que el eructo va acompañado de aroma a chorizo, aliolo, o similares.

H

Huisilillo. Dícese de aquella ventosidad que se produce en un ascensor, y que es fácilmente detectable por su aroma, sin que pueda adivinarse quién ha sido el autor. El huisilillo resulta especialmente comprometedor si en el ascensor sólo viajan dos personas, ya que es el único caso en el que sí es posible adivinar quién ha emitido la ventosidad.

I

Ilfear. Acción de contemplar el contenido del pañuelo en el que uno acaba de sonarse.

L

Logámbano. Sujeto que en todas las conversaciones toma parte, sea cual sea el tema. El logámbano actúa como si siempre supiera de lo que está hablando, y nunca osa reconocer que ha dicho algo erróneo. Cabe destacar que, a pesar de hablar sin saber de lo que habla, el logámbano cree que los demás han quedado admirados con su exposición.

M

Melocifro. Persona que camina siempre tan absorta en sus pensamientos que va pisando sin querer todas las heces caninas que encuentra a su paso.

N

Neguspelio. Nudo aparecido por generación espontánea en el cable de los auriculares del walkman. Los neguspelios, si no son deshechos con tiempo, poseen la capacidad de reproducirse.

Niflicción. Acción que se produce cuando dos vecinos de un mismo edificio se encuentran en el ascensor y ninguno de las dos se decide a entablar conversación. Cuando se produce la niflicción, ambas personas desvían su mirada hacia los lugares más recónditos del ascensor como si trataran de encontrar algo, pero siempre con una actitud que refleja tranquilidad. (Palabra de David Benito Cortázar)

Ñ

Ñostruto. Capa de suciedad y partículas de polvo que se acumula en las plantas de los pies cuando uno va descalzo por su casa. La persona despistada (por no decir otra cosa) que no se lava los pies antes de irse a dormir, descubre consternado por la mañana que el ñostruto se ha desprendido de sus pies y ha invadido parte de la cama.

O

Ortrocodaido. Dícese de aquella persona cuyos pies desprenden un hedor insoportable, pero que, ciego a lo evidente, sostiene la afirmación de que a él los pies no le huelen.

S

Sactaracácato. Dícese del sujeto que realiza las tareas escolares copiándose de las de un compañero, y cuyo trabajo obtiene mejor nota que el trabajo original del que se copió.

Secticulción. Corte efectuado en un dedo por la página de una enciclopedia, mientras se buscan palabras como "clítoris", "coito" o "vulva" con la vana esperanza de que haya una foto acompañando la definición.

Sufeduco. Sudorcillo de característico aroma que aparece en la zona donde acaba la espalda y empieza la separación de los glúteos. Si el trasero del individuo es velludo, el sufeduco actúa como adhesivo para las pelusas que quedan prisioneras en este punto de la anatomía.

T

Tungratimalo. Grano de pus surgido en la zona del muslo más cercana a la ingle, y que al caminar roza con el muslo contrario o con la tela de los pantalones produciendo una considerable molestia.

V

Vulsicaciar. Acción de agujerear una goma de borrar con un lápiz o un bolígrafo. El procedimiento a seguir es el siguiente. Primero se coloca el lápiz perpendicularmente a la superficie de la goma, y se clava ligeramente la punta. A continuación se coge el lápiz colocándolo entre las dos palmas de la mano, y se frota como si imitara uno a un hombre primitivo encendiendo fuego con dos palos. La utilidad de esta acción es completamente nula, pero sirve como genial pasatiempo en los años escolares.